Resonancia Shumann

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resonancia Shumann.

La personalidad del Padre-Amor, del Absoluto, es inconcebible para el pequeño espíritu humano. El ser humano es una fracción infinitesimal del Absoluto y por tal motivo le es imposible concebir la existencia de un ser de energía que carece de cuerpo, pero que tiene personalidad y tiene corazón. Esto es, que es consciente de su creación y tiene emociones. Él es el Absoluto Amor, al ser Absoluto no tiene capacidad alguna para sentimientos de baja frecuencia como juzgar, vengar, castigar o  enojarse… El Padre-Amor le ha otorgado a toda su creación su propia esencia… Si reflexionamos sobre las leyes de la naturaleza, su belleza y su inteligencia, podemos intuir e ir descubriendo la esencia del Padre en la creación... La madre Tierra es un gigantesco organismo vivo; sostiene a toda la vida que en ella vive. La resonancia Shumann es un indicativo que tiene una equivalencia a un corazón, ya que esta resonancia representa su latido, su ritmo cardiaco… Funciona además como un marcapasos para la vida humana ya que sin esta frecuencia la vida humana no sería posible. La madre Tierra y todos los seres vivos incluido el ser humano formamos una entidad única, conectada bajo una misma naturaleza bio-electromagnética, donde estamos envueltos en las mismas ondas de resonancia.


La resonancia Shumann puede descomponerse en varios componentes de frecuencia localizados en la banda de “Frecuencias Extra Bajas” (ELF por sus siglas en inglés) del espectro radioeléctrico de la Tierra y se percibe como un ruido de fondo electromagnético. Se genera en el espacio existente entre la superficie terrestre y la ionósfera. La ionósfera es una capa de gases ionizados a 100 Km de altura promedio de la superficie terrestre que actúa como un espejo donde rebotan las ondas electromagnéticas de baja frecuencia, por lo tanto, se forma una guía de onda o cavidad resonante natural entre esta capa y la superficie terrestre.

Lo que ha descubierto el ser humano, es que esta cavidad es excitada naturalmente por los relámpagos en las tormentas eléctricas que ocurren diariamente en diferentes partes del mundo, que generan una de las componentes de frecuencia principales en los 7.83 ciclos por segundo (7.83 Hz) pero también tiene otros componentes de 14.1 Hz, 20.3 Hz, 26.4 Hz, 32.4 Hz y hasta una pequeña componente en los 60 Hz debido a la influencia de la generación eléctrica humana que fluye en las líneas de transmisión eléctrica. Sin embargo, la resonancia Shumann tiene coyunturas más profundas que el ser humano desconoce.

7.83 Hz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia en común para todos los mamíferos, incluido el ser humano… En los últimos años la frecuencia Shumann ha aumentado de 7.83 Hz a 13.0 Hz y por eso sentimos que el tiempo pasa más rápido. Esto puede interpretarse como un indicativo que la madre Tierra vive lo equivalente a un pulso acelerado, que junto con la disminución del campo magnético terrestre, son síntomas que indican la presencia de enfermedad. De un ser que está perdiendo su equilibrio natural, porque la enfermedad significa eso, perdida de equilibrio o desarmonía. Con todo respeto, debemos reconocer con humildad que la humanidad es responsable de este desequilibrio en la madre Tierra porque vive desconectada de la Fuente del Amor Absoluto. La fracción para mantenerse en armonía con la creación sólo es perfecta cuando vive conectada con la Fuente del Todo. Esta conexión se mantiene cuando el ser humano trabaja por voluntad todas las leyes amorosas. No existe otro camino. Este trabajo amoroso elimina la codicia, la sed de venganza que existe desde hace milenios entre grupos humanos que los mantiene en conflicto continuo, el resentimiento, la depresión en que viven muchos seres humanos que ya no encuentran sentido a su existencia. Todos estos sentimientos humanos afectan a la madre Tierra; solamente nuestra apertura de consciencia y el compromiso por voluntad con nosotros mismos para vivir bajo el cobijo de las leyes amorosas, puede ayudar a que ella no se deteriore más. Reconozcamos con honestidad que muchos sistemas del planeta han sido rotos sin posibilidad alguna que el ser humano los regenere. Sin embargo, el planeta está protegido por Dios Hijo Creador y solamente Él puede regenerarlos. Vivamos una vida más llena de amor, de serenidad, de paz, de fraternidad entre todos los seres humanos, trabajando por el bien común y con alegría, para que Dios Hijo Creador esté nuevamente entre nosotros para la restauración del Amor en todo el planeta.


Podemos intuir que nosotros, los seres humanos, tenemos algunos rasgos propios de la madre Tierra equivalentes a los rasgos que hereda un hijo de sus padres. Reflexiona…


La madre Tierra tiene un campo magnético que se genera debido a corrientes eléctricas en su interior… De forma equivalente el ser humano tiene un aura que no es otra cosa que un campo magnético que se genera por todas las corrientes eléctricas que fluyen por su red sensorial al cerebro.


El campo magnético de la madre Tierra la protege contra los rayos de alta energía provenientes del sol… el campo magnético humano lo protege de virus y bacterias que se encuentran en el medio ambiente.


La madre Tierra tiene masa que le permite estar bajo la influencia de la fuerza de la gravedad que la mantiene unida al sol… el ser humano tiene un cuerpo material sometido también a la ley de la gravedad y que la mantiene unida a la madre Tierra.


La madre Tierra es un ser con una naturaleza electromagnética que le permite sentir a toda la vida que ella sustenta… el ser humano también es un ser con la misma naturaleza electromagnética que le permite vivir en íntima conexión con la Tierra.


Las ¾ partes de la superficie de la madre Tierra está formada por agua… de forma análoga el cuerpo humano está formado por ¾ partes de agua.


La madre Tierra tiene centros de energía por donde recibe energía cósmica que le ayuda a mantener su equilibrio y armonía… de la misma forma el ser humano cuenta con 7 centros de energía por donde fluye la energía para armonizarse y equilibrarse.


El agua de los océanos de la madre Tierra es salada… en los seres humanos análogamente se manifiesta esta salinidad en nuestras lágrimas y sudor.


En los océanos existen muchas corrientes marinas que forman ciclos continuos que mantienen el equilibrio térmico en el planeta... De forma análoga en el ser humano circula la sangre en ciclos continuos que nutre a todas las células.


La madre Tierra mantiene un equilibrio térmico que permite la vida… el ser humano tiene un sistema equilibrado que mantiene la temperatura del cuerpo estable a 36.6°C para su perfecto funcionamiento.


La madre Tierra tiene los 4 elementos fundamentales: tierra, aire, agua y fuego… en el ser humano se manifiestan respectivamente en su cuerpo, su mente, sus emociones y su espíritu.


La madre Tierra tiene una frecuencia que equivale a un ritmo cardiaco… así como también el ser humano tiene un corazón que late.


Reconozcamos que la creación del Padre es maravillosa, estas equivalencias no son producto del azar… es imposible que se hayan dado por sí solas… Sin lugar a la menor duda, Alguien las creó… Son la manifestación del Amor y la infinita inteligencia del Padre Creador. Padre al que yo tengo acceso porque soy parte de Él. Una fracción infinitesimal de Él, pero con toda la potencialidad para vivir en comunión y conexión con Él…


El proyecto ser humano es un proyecto de voluntad… Esto significa que el ser humano por voluntad busque y ame al Padre que lo creó… por eso le ha dado libre albedrío, para que ejerza esa voluntad, lo busque y se integre al Amor Universal… ¿Cómo desea una madre que le ame su hijo?... Por miedo a que si no lo hace reciba un castigo... por el interés de recibir un premio… O que por propia voluntad el hijo la  ame solamente por saber quién es… ¿Dónde está el amor genuino, el amor verdadero?... Se puede comprender entonces que el Padre Creador le ha otorgado la libertad a su hijo más pequeño para que por voluntad busque conocerlo y le ame… El amor puro e incondicional de la Fuente no obliga a nadie, no forza a nadie, no castiga, no enjuicia, ni es apocalíptico. Vivimos en un universo de libre inteligencia. El Padre permite todo el caos del mundo porque le está otorgando esa oportunidad al hijo... que tome consciencia, reconozca su importancia en la creación y se reintegre al Amor… Es parte del divino plan que así sea. Por tal motivo, el ser humano que comprende esto, acepta al mundo como es, sin juzgar, sin criticar, sin quejarse, ya que confía que es parte del plan divino del Padre… confía en el Padre-Amor y lo perdona todo… para aquellos seres que viven en la rendición comprenderán, que en verdad, no hay nada qué perdonar...