Reconocimiento

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Reconocimiento

¿Qué es el reconocimiento?

Es abrir mi conciencia y comprender quien Soy Yo. Es tomar conciencia que mi verdadero ser es una energía con personalidad; soy un ser espiritual eterno porque la energía nunca muere. El espíritu del ser humano se puede visualizar como una pequeña esfera de Luz que no es visible y de cuya naturaleza el ser humano lo desconoce todo. Esta esferita eterna necesita forzosamente de un cuerpo que le permita experimentar la vida, y pueda crecer y fortalecerse en Amor; el cuerpo se lo proporciona Dios Hijo Creador, la Causa Centro Segunda, conocido en el uiverso como Micael... El espíritu necesita experimentar muchas vidas para aprender y aplicar las leyes amorosas, una sola no basta; entra en un nuevo cuerpo en el momento exacto de la concepción y se asienta en la glándula pituitaria o glándula maestra. Desde ese momento el espíritu se manifiesta según y en concordancia con la ley espiritual de correspondencia. El cuerpo que veo en el espejo es una proyección del espíritu solamente. En el espíritu se guardan todas las experiencias de las diferentes vidas que el ser va experimentando para su crecimiento hacia la Fuente.


El espíritu del ser humano que ya se ha instalado en un cuerpo está acompañado por otra energía independiente. Esta energía hace del ser humano el ser más privilegiado del universo, porque nadie más la tiene. Es una energía divina, fracción del mismo Padre-Amor, de la Causa Centro Primera, de la Fuente del todo, del Absoluto... Es el gran misterio de este universo y sólo como una aproximación a la verdad se puede decir que el Padre-Amor “ha decidido” experimentar la vida de sus creaturas más pequeñas; Él baja para que el más pequeño suba. Él realmente vive en cada ser humano, casi cautivo, silencioso, insinuando… Él experimenta la alegría, el sufrimiento, las frustraciones, los logros que el mismo ser humano experimenta. A esta energía le llamamos la Chispa Divina y se asienta en la glándula pineal. Esta energía divina hace al ser humano a imagen y semejanza del Padre-Amor. Cuando el ser humano elige por voluntad conectarse conscientemente con su Chispa, su vida se transforma totalmente y se reconoce a sí mismo como Hijo del Padre-Amor; reconoce que fue creado para ser feliz bajo un proyecto divino al que pertenece y reconoce que existe una Fuente Amorosa de la cual todo se sustenta.

Para lograr esta conexión, el espíritu del ser humano necesita experimentar muchas vidas, muchas experiencias que le dan la oportunidad de avanzar cada vez más hacia la Luz, hacia la conexión con la Chispa Divina que lo habita; a veces como hombre, otras veces como mujer, siempre en ascensión bajo las leyes espirituales de correspondencia, afinidad y causa-efecto… nunca por azar.


Este reconocimiento de mi ser verdadero me lleva a reconocer también que los demás seres humanos son depositarios del mismo privilegio que yo. Por tal motivo en cada ser humano debo ver a un hermano, al que respeto y admiro, sin importar religión, clase social, raza o nacionalidad. Comprendo que no cabe juicio ni crítica porque cada uno está en su propia búsqueda, en su lucha personal para vencer sus debilidades y conectarse con la Chispa Divina.


La dimensión del tiempo y el espacio es una ilusión, nada es lo que parece, puedo ver a un ser humano que nació ciego, o sordo, o sin piernas y es natural que se experimente un sentimiento complejo en el que se pregunte uno por qué, o se sienta que es injusto, pero oculto está un espíritu que se ha manifestado de esa forma para su crecimiento hacia la Luz; él necesita vivir esa experiencia que lo hará un ser más sabio, más comprensivo, más misericordioso… Las leyes del Padre-Amor son perfectas, nos empujan siempre hacia el Amor, hacia el equilibrio, nunca se equivocan y los resultados que veo ahora en los demás sean físicos, mentales, emocionales o espirituales son la fusión dual de estas leyes perfectas con las elecciones que el ser humano ha hecho en el transcurso de sus vidas. Y todavía, para el caso de las personas que conocen la existencia de seres que no aceptan la realidad del Amor y que trabajan por todos los medios para desviar al ser humano del camino de Luz, el Padre-Amor siempre tiene alternativas para protegerle; lo importante es que el espíritu del ser humano nunca, nunca se quebrante.


¿Por qué es importante?

Porque tomo conciencia que el mismo Padre-Amor está en mí. Que Él vive lo que yo vivo; nunca he estado solo.

Porque me valoro, reconozco que soy un ser muy importante para el Padre-Amor al permitir Él mismo vivir en mí.

Porque así me enamoro y vivo enamorado del Padre-Amor, todas mis actividades las ejerzo amando lo que hago, nada veo como sacrificio, nada me es pesado o molesto.

Porque tomo conciencia que toda la humanidad tenemos el mismo privilegio. Somos parte de una gran fraternidad. Todos somos hijos del Padre-Amor. Él solamente espera paciente, silencioso a que cada uno de nosotros lo vaya reconociendo.