Paciencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Paciencia

¿Qué es la paciencia?

Es el desarrollo del equilibrio en mi espíritu. Es saber esperar. Su fundamento espiritual es reconocer que los tiempos del ser humano no son los mismos a los tiempos divinos. Practicar la paciencia me evita caer en la desarmonía de la ira. Cuando un ser humano trabaja en la luz entonces se sincroniza con los tiempos del Padre-Amor, a esto se le llama sincronicidad. Esto es, recibe lo que necesita en el momento perfecto del Padre. Debo trabajar la paciencia en 4 aspectos: física, mental, emocional y espiritual.

Muchas leyes amorosas están ligadas a la paciencia ya que sin ella no se desarrollan. Cada ley armónica fundamental tiene una vibración, la paciencia es la de más alta vibración. La práctica de la paciencia lleva a cualquier ser a alcanzar sus aspiraciones espirituales. Es la llave maestra para todo logro. Representa a la sabiduría y un estado de conciencia elevado.

 

Otro fundamento espiritual de la ley amorosa de la paciencia es la diversidad. Es tomar conciencia que no existen circunstancias iguales, ni seres exactamente iguales, aun sean gemelos monocigóticos. Existe una infinidad de personalidades, caracteres, aspiraciones, gustos, habilidades, estados de conciencia, niveles de inteligencia, ritmos y formas de aprendizaje, criterios, actitudes y formas de pensar del ser. Todos viviendo y desarrollándose en total convivencia, que a su vez, generan otra infinidad de circunstancias. La práctica de la paciencia significa respetar el ser y vivir en armonía con esta diversidad, aceptándola, tomando plena conciencia que sin esta diversidad, el universo sería un lugar muy aburrido. Por tal motivo, la ley amorosa de la paciencia es una constante en nuestras vidas, siempre hay que estarla aplicando.


¿Por qué es importante?

Porque me permite trabajar mi confianza en el Padre-Amor, que Él me proporciona lo que necesito en el momento correcto.

Porque evito acciones precipitadas, no razonadas.

Porque evito ser impulsivo.

Porque me permite ser más equilibrado y más observador de mí entorno, observar la forma en que otros seres actúan... y aprender.

Porque reconozco que es una forma de protección del Padre-Amor, es una forma de ayuda del Padre, darme lo que necesito cuando esté preparado para recibirlo. El Padre sabe.