Discernimiento

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Discernimiento

¿Qué es el discernimiento?

Es la capacidad para reconocer la información que es verdadera y correcta para tomar decisiones acertadas espiritualmente. Tengo acceso a la verdad cuando me guío por la intuición. La verdad ha sido regalada por el Padre-Amor al ser humano en la medida perfecta a su ser para que discierna correctamente. La verdad personal se expande con la experiencia.

La verdad es absoluta, sin embargo para el plano dimensional en el que vivimos es relativa y personal en proporción directa al desarrollo espiritual.

A forma de guía, podemos tomar como referencia los siguientes criterios. Reflexiona sobre cada uno de ellos. ¿Qué te dice tu corazón?


1. Si se reconoce la existencia de Dios Padre, el Padre-Amor; Energía Creadora, Amorosa y Misericordiosa; la Fuente, sustentadora del todo; Absoluto, Infinito y Eterno, es confiable.

La ciencia desconoce que el universo y sus leyes fueron creados por Dios, por lo tanto no es confiable. La ciencia explica solamente algunos fenómenos físicos básicos pero siempre termina con más dudas que aciertos, por eso la ciencia sólo termina en teorías; en callejones sin salida: teoría de la evolución, teoría de la relatividad, teoría electromagnética, teoría de partículas atómicas, teoría del “big bang”, teoría de la incertidumbre y el determinismo…


2. Si se reconoce a Dios Hijo Creador, es confiable. El Hijo Creador, que en el cosmos se le conoce como Micael, vivió una experiencia humana en esta dimensión para recibir su último auto-otorgamiento y ser reconocido como soberano absoluto de este universo. Su nombre en la Tierra fue Jesús de Nazaret.

Si explican que el universo se creó solo o que siempre ha existido, no es confiable. Si expresan que Jesús fue solamente un maestro espiritual como lo fue Buda, Confucio o Mahoma, no es confiable. Si aseguran que Jesús fue el mesías que esperaban los judíos según sus profetas, tampoco es confiable.


3. Si se reconoce que toda la creación está regida por leyes perfectas, que son las leyes del Padre-Amor, es confiable. Las leyes son Dios Espíritu de la Verdad. La tercera personalidad de la Trinidad.

Si explican que la creación es producto del azar, o que es el producto de combinaciones atómicas, moleculares y celulares aleatorias que con el paso del tiempo ha dado lugar a la gran diversidad de vida en el universo, no es confiable.


4. Si se reconoce que el ser humano es un proyecto divino, es confiable.

Si manifiestan que el ser humano es producto del pecado e indigno del amor de Dios, no es confiable.


5. El Padre es el Amor Absoluto y en este absoluto no puede existir ninguna energía desarmónica con el amor. Si se reconoce que Dios Padre nunca castiga, ni juzga, ni se enoja por nuestros errores, sin capacidad alguna para lastimar, es confiable.

Si manifiestan la existencia de un juicio divino y un infierno de castigos, no es confiable. Si manifiestan que Dios castiga con diluvios o con plagas y enfermedades, tampoco es confiable.


6. Si se reconoce que el libre albedrio otorgado al ser humano es para crecer hacia la luz y el amor, en otras palabras, es para hacer la voluntad del Padre-Amor, es confiable.

Si manifiestan que tú eres libre de hacer lo que se te dé la gana, porque cada quien es dueño de su vida, no es confiable.


7. Si manifiestan que la energía del Padre-Amor es la que sana, y la persona que la canaliza no cobra, ni se hace propaganda, es confiable. La persona que es sanada recibe un tiempo extra como oportunidad para re-conectarse con el Amor. Para reconciliarse con todo; para perdonar; para vivir en armonía y alegría, para cuando llegue el momento de partir sea con paz y serenidad en el espíritu y confianza que uno es parte de Dios Padre y que uno regresa a Él.

Si expresan que son sanadores por sus poderes sobrenaturales y además cobran o piden donativos o venden algún producto relacionado con lo divino, no es confiable.


8. El ser humano tiene un sistema digestivo de un herbívoro; la mandíbula, La dentadura y el intestino delgado largo lo confirman sin lugar a dudas, por lo tanto ni es carnívoro, ni omnívoro. El ser humano ha sido diseñado perfecto, no es natural la enfermedad. El ser humano tiene además una naturaleza electromagnética.

Si explican que el ser humano necesita de proteína animal y del calcio de la leche animal, no es confiable. Si explican que es normal y natural que el ser humano se enferme y tome medicamentos, no es confiable. Si explican que el sistema de salud que fomentan los gobiernos y las compañías farmacéuticas es para ayudar a las personas a estar sanas, no es confiable.


9. Un fundamento espiritual del proyecto ser humano consiste en que el ser humano por voluntad busque la Verdad, busque al Padre-Amor y trascienda en un ser de luz. Por lo tanto todo está permitido en este plano dimensional. Esto es, también está permitido que el ser humano niegue la luz, niegue el amor, niegue la fraternidad. Esta negación de Dios conlleva al humano a guerras, enfermedades, crisis, asesinatos, corrupción, violaciones, contaminación, depredación, injusticias, pobreza… todo, producto obtenido exclusivamente por el ser humano. El Padre ha respetado la decisión que cada quien ha tomado; por lo tanto, el resultado que ha obtenido en este sentido, nada tiene que ver con Dios Padre. Finalmente las leyes de la creación equilibran y ajustan todo.

Si dicen que el Padre permite el mal o que Dios no existe porque existe la enfermedad, las guerras, niños inocentes que nacen con enfermedades o deformidades… O si expresan que los terremotos, tsunamis, o las pandemias son el castigo divino porque el ser humano es malo, no es confiable.


10. El ser humano no pertenece a este lugar. No está en la cadena alimenticia de la naturaleza. El ser humano está de paso sólo para aprender a trascender en un ser de las estrellas. Por lo tanto no debería aferrarse a este mundo. Fundamento espiritual: Aquel que quiera perder su vida la salvará…

Si el ser humano trata de vivir más tiempo aplicándose tratamientos médicos, recurriendo a trasplante de órganos o matando en defensa propia, no es confiable. Fundamento espiritual: Aquel que quiera salvar su vida, la perderá.


11. La Verdad del Padre está instalada en el corazón de cada ser humano. Esta Verdad por lo general se encuentra dormida en la inconciencia humana por tantos tóxicos con los que vive y que no le permiten desarrollar una bioquímica de alta frecuencia para despertarla. Dios Padre no ha creado, ni inspirado ninguna religión, todo lo ha dejado en el corazón de cada ser humano y se accesa a través de la intuición.

Si al ser humano le dicen que necesita libros sagrados para conocer la verdad y recurre a otros seres humanos para que los interpreten, no es confiable.


12. El crecimiento y la transcendencia del ser humano está basado en trabajar las leyes amorosas, esto es trabajando y poniendo en práctica todos los valores humanos. Esto permite que el espíritu del ser humano crezca y se fortalezca. No existe otro camino.

Si el ser humano sigue rituales para obtener purificación, para lograr el éxito, para evitar las malas vibraciones… no es confiable. Muchos seres humanos hacen rituales de casi todo, pensando que todo consiste en llevar a cabo al pie de la letra un ritual para obtener algo. Por ejemplo el rito del bautismo… creen que con derramar “agua bendita” en una persona, está ya purificada espiritualmente o ya es aceptada en el gremio de Dios; practican el rito de la confesión, creyendo que si le dicen el mal que hicieron a otro ser humano, ya están perdonados… La magia negra, la magia blanca y el satanismo están llenos de ritos, por lo tanto no son confiables. Todos los ritos de sangre son satánicos, su razón de ser es desconectar definitivamente al ser humano de la Fuente Suprema del Amor.


13. El Padre ha creado todas las “razas” para que el ser humano aprenda a respetar diferentes seres, para que aprenda a respetar la diversidad que va a encontrar cuando trascienda en un ser de las estrellas. Todos los seres humanos, sin importar la “raza”, su condición social, su estado de salud, o su creencia religiosa, son hijos del Padre Creador.

Si seres humanos argumentan que existe un grupo étnico o un “pueblo elegido” por Dios, o los que aseguran que los que profesan cierta religión o filosofía son los únicos hijos de Dios porque su religión es la verdadera, y que todos los demás seres humanos no son hijos de Dios porque profesan otras religiones o creencias que consideran falsas, no es confiable. También, si enaltecen, o promueven el nacionalismo, porque son mejores que los de otra nacionalidad, no es confiable.


14. Las leyes de la creación, físicas, cósmicas, amorosas y espirituales se encargan de equilibrar y ajustar el universo entero. Son leyes impersonales, son leyes perfectas. Cada quien recibe el resultado en su vida en la medida en que las respeta. Cada quien es responsable de los resultados amorosos, o no que obtenga.

Si seres humanos justifican sus resultados indeseados argumentando mala suerte o culpando a otros de su desgracia, o culpando al mundo en el que viven o las circunstancias adversas en que nacieron o culpando a Dios, no es confiable.


15. Los seres de las estrellas que aceptaron el manifiesto de libertad de Lucifer y niegan la existencia del Amor han estado ejecutando abducciones de seres humanos desde hace milenios, para implantarles chips de alta tecnología en diferentes partes del cuerpo y controlarlos  a través de ondas de radio. También han realizado muchos experimentos genéticos creando razas híbridas, siendo la más común la de humano con reptil.

Si seres humanos argumentan que existen posesiones demoníacas o ejecutan ritos para hacer exorcismos, no es confiable. Tampoco lo es, aquellos que afirman que los reptilianos son una raza extraterrestre.


16. Las matemáticas son un idioma del Padre, por eso las matemáticas son absolutas, infinitas y eternas. Están en toda su creación.

Si seres humanos usan las matemáticas o los números como medio de adivinación, no son confiables.


17. La ley del decreto sí existe. Es una ley para sincronizarse y armonizarse con la divinidad. Yo decreto hacer la voluntad del Padre; yo decreto ser hijo de la Eterna Luz; yo decreto ser leal a Micael, Dios Hijo Creador… son formas correctas de usarla.

Usar la ley del decreto de la siguiente forma no es confiable: Yo decreto que el universo está a mi favor; yo decreto que la abundancia es mía; yo decreto que estoy completamente sano…


18. El ser humano debe vivir ligero. Sin apegos físicos como a los bienes materiales, sin apegos mentales como a los títulos académicos o de nobleza, sin apegos sentimentales como a la familia. El ser humano está solamente de paso por el planeta Tierra, en realidad no es dueño de nada. Todo es un préstamo del Padre amoroso para aprender y trascender.

No es confiable cuando inculcan el patrimonio familiar, no es confiable cuando expresan que la persona es más valiosa por los títulos que tiene, no es confiable cuando dramatizan la pérdida de un familiar o justifican su depresión cuando terminan una relación.


19. Un trabajador de la luz no busca convencer, ni busca tener la razón. No discute con nadie sobre algún tema. Respeta toda creencia, toda forma de vivir. Reconoce que no vino a cambiar a nadie, ni nada en el mundo. Reconoce que cada ser humano tiene su verdad, en concordancia con su nivel espiritual. El trabajador de la luz, sólo vive alegre, lleva una vida holística, compartiendo lo que tiene, fomentando la fraternidad y la confianza en el Padre-Amor. Su ejemplo de vida es su única tarjeta de presentación.

No son confiables los que predican que son depositarios de la verdad, los que van de puerta en puerta predicando su creencia religiosa. Los que defienden su creencia y llegan hasta hacer una guerra santa. Los que se ofenden si conviven con una persona ajena a su creencia, hábitos o nivel social. Los que se burlan y ofenden a los que difieren de su mismo credo, partido político, nacionalidad o clase social.


20. La dualidad es un fundamento de la creación. La dualidad es complemento y equilibrio. El yin (femenino) y el yang (masculino); El Padre y yo; yo y los demás; la causa y el efecto; el principio y el fin; el macrocosmos y el microcosmos, estos son algunos ejemplos de dualidad. El ser humano que va abriendo la conciencia a su espiritualidad, va comprendiendo y viviendo en la dualidad del universo.

No es confiable cuando aseguran que el universo dual es el bien contra el mal, que es una lucha entre dios y el diablo. Confunden la dualidad con la ley de los opuestos; el mal no existe, es la ausencia de la bondad.


21. El ser humano es un proyecto divino. Está en la Tierra para aprender a crecer en el amor, para aplicar de forma correcta las leyes que en este plano dimensional se deben aprender. Este proceso es largo y no se logra en el transcurso de una sola vida humana. Cuando un ser humano muere, su espíritu que es eterno, porque es energía, ocupa otro cuerpo humano según la ley de correspondencia para que continúe con su crecimiento espiritual. Puede encarnar como hombre o como mujer, con un plan siempre en ascensión. En estos ciclos de encarnación, nacer-morir-nacer-morir…, el espíritu humano experimenta muchas experiencias irrepetibles que le permiten trabajar las leyes amorosas que son alimento exclusivo del espíritu para crecer. Llegará un ciclo en el que el espíritu se haya fortalecido lo suficiente que pueda ocupar ya no un cuerpo de carne, sino uno de luz.

No es confiable si expresan que solamente existe una vida y según el resultado obtenido al final de esta, se recibirá un castigo eterno o el premio de vivir en un paraíso. Tampoco es confiable si expresan que el espíritu humano puede encarnar en un animal.


¿Por qué es importante?

Porque evita que me desvíe del proyecto divino al que pertenezco.

Porque evito cuestionar al Padre que me creó.

Porque reconozco que soy responsable del resultado que he logrado en mi vida.

Porque la verdad de mi corazón siempre me guiará al camino correcto de luz, amor, alegría, paz y confianza plena en el Dios amoroso que me creó.

Porque evito contaminar mi mente con tanta información inadecuada, que me lleva al miedo, a la indiferencia, a ya no tener confianza en un Padre Creador, a aferrarme a una adicción o a burlarme de todo.