Prudencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Prudencia

¿Qué es la prudencia?

Es tomar conciencia de mis propias limitaciones para comprender las leyes universales, la vida, las experiencias de otros, el Amor en la creación... que me lleva a respetar opiniones y acciones de las personas que forman parte de mi entorno, siendo moderado y cauteloso en mi proceder. Es saber poner límites y distancia en mis relaciones con personas y situaciones que no son compatibles con mi personalidad. Es hablar con inteligencia y actuar con paciencia. Es reconocer situaciones peligrosas o de riesgo para proceder con seguridad y precaución evitando un daño a mi persona, a otros seres y al entorno. Es reconocer con humildad mis límites y no excederlos. El fundamento espiritual es reconocer que por mi limitación yo desconozco las experiencias vividas por otras personas y de las que yo no puedo juzgar, ni criticar. Es reconocer que cada quien es responsable de los resultados que obtiene en su vida de acuerdo a sus acciones y que yo no vine a este planeta a cambiar nada, ni a nadie. Por lo tanto, respeto el ser y el proceder de los demás siendo prudente. También soy prudente al reconocer mis límites evitando riesgos potenciales de mi entorno.

Mi humildad trabajada correctamenteme me asegura ser prudente siempre; las palabras y acciones imprudentes siempre tienen un fondo de manifestación del ego, debo tomar conciencia para controlarlo.

La aplicación de la prudencia en mi vida representa mi estado de conciencia. Cómo me comporto ante el mundo. A quién represento espiritualmente. Quién soy yo...


Solo, a manera de ejemplo, para reflexión, las siguientes son formas de expresión que me podrían ayudar a ser prudente: ¿Me permites dar mi opinión?... es posible que esté equivocado… con permiso… No interrumpir mientras una persona habla; escuchar al que habla, con atención; en situaciones delicadas, dar mi opinión sólo si me lo piden o si tengo la autoridad moral para hacerlo. Lo recomendable es aplicar la ley de oro de la prudencia: ver, oír y callar.

Las siguientes actitudes fomentan la prudencia: Respetar normas y reglamentos; ceder el paso o mi lugar; ser cortes y respetuoso con todos, siempre; reconocer que mi derecho termina donde empieza el derecho de otro.


Las siguientes son a manera de ejemplo, formas de expresión que deberíamos evitar: Eres un tonto… Estás gorda… tú no entiendes… Hablar con indirectas; hablar con doble sentido; hablar a gritos; tratar de imponer nuestro punto de vista; exponer los errores de los demás en púbico.

Las siguientes acciones podrían ser imprudentes: Entrar o salir sin saludar; mirar de arriba abajo a una persona; querer ser el primero; exigir algo; tratar a alguien con indiferencia.

También lo es manejar con exceso de velocidad; manejar substancias peligrosas sin protección; hacer trabajos sin el equipo adecuado o los conocimientos necesarios; exceder mi límite cuando entreno... Un trabajador de la luz reconoce y respeta límites; vela siempre por su seguridad y la seguridad de los demás.


¿Por qué es importante?

Porque evito lastimar a alguien.

Porque tomo conciencia que si veo en otros diferencias en mi forma de pensar y actuar es porque estoy limitado para comprenderlo. Soy un ser pequeño en el principio de un largo y venturoso camino hacia la Luz.

Porque evito crear conflictos y me convierto en un ser de paz.

Porque soy un ser cortes, característica notable de todo ser de luz.

Porque soy un ejemplo de respeto y consideración hacia los demás.

Porque evito arrepentirme de algo que hice o dije imprudentemente al dejarme llevar por arrebatos mentales o sentimentales.

Porque me mantengo equilibrado en situaciones conflictivas.

Porque reconozco que no soy nadie para juzgar, ni criticar el proceder de alguien.

Porque desarrollo mi parte yin hablando y actuando con respeto, consideración, misericordia, comprensión y paciencia.

Porque calladito me veo más bonito…

Porque aprendo a estar atento a peligros potenciales y actuar con seguridad. Cuando la intuición habla... hazle caso...