Confianza

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Confianza

¿Qué es la confianza?

Es el reconocimiento desde lo más profundo de mi corazón que el Creador del universo es un ser solamente de Amor, equilibrio y perfección y que ese Amor es una energía en la que yo puedo confiar plenamente, concientizando que siempre me guía con sus leyes a conectarme con Él y conocerlo mejor; que siempre me protege de toda desarmonía con la asistencia de seres de más alta conciencia pura; que siempre ha puesto su abundancia espiritual para mi pleno desarrollo en la luz. Esta certeza nace de mi corazón que mantiene serena a mi mente, y no le permite que cuestione situaciones que existen en el mundo y que son incomprensibles para mi mente; soy humilde aceptando mi pequeña parte del crecimiento en la creación.


La confianza está relacionada con el reconocimiento de quien es el Padre Verdadero, de un Padre que no juzga ni castiga, que es incluyente, que es Padre del Todo. Este reconocimiento me lo da la intuición. La intuición que viene de la Verdad instalada por el mismo Padre en mi corazón. Por eso el ser humano siempre tiene la certeza de lo que es correcto y lo que es incorrecto para su espíritu. Este reconocimiento me da confianza de vivir en el mundo y dejarme guiar por el Padre-Amor, por la Verdad que nace de mi corazón. Confianza que todo es para bien, confianza que pertenezco al Amor, confianza que soy parte de una fraternidad, confianza que soy importante para Dios Creador, confianza que estoy en las mejores manos, en las manos de un Padre-Amor que siempre me otorga lo mejor para mí y para los demás.

La confianza crece y se desarrolla a partir de la fe.


¿Por qué es importante?

Porque vivo con paz interior.

Porque vea lo que vea y oiga lo que oiga, tengo la certeza que el Padre tiene control de su universo.

Porque sé que todo termina para bien y todo entra en el equilibrio.

Porque sé que el Amor ha triunfado finalmente en mi corazón al no dejarme influenciar por el miedo del mundo en las desarmonías.